martes, 7 de diciembre de 2010

MUERTA EN VIDA

Por Johana Villarreal


El poema Versos a la tristeza de Buenos Aires de Alfonsina Storni, habla de que las calles de la ciudad, tan grises, tan rectas, tan iguales, le producen amargura y soledad al sujeto poético, tanto que hasta “le apagaron los tibios sueños primaverales”. Además el yo se identifica con el cielo, porque ambos son prisioneros de esa arquitectura asfixiante.

El texto, si bien es rescatable por la sencillez y claridad de su vocabulario, que lo hacen perfectamente entendible, así como por su musicalidad lograda en base a la rima:

(Cuánto vagué por ellas, distraída, empapada
En el vaho grisáceo, lento que las decora
De su monotonía mi alma padece ahora.
-¡Alfonsina!- No llames. Ya no respondo a nada)

no es muy interesante, pues ni su  motivo (las calles) ni sus temas (amargura, soledad) no lo son.

VERSOS A LA TRISTEZA DE BUENOS AIRES

Tristes calles derechas, agrisadas e iguales
por donde asoma, a veces, un pedazo de cielo,
sus fachadas oscuras y el asfalto del suelo
me apagaron los tibios sueños primaverales.

Cuánto vagué por ellas, distraída, empapada
en el vaho ggrisáseo, lento, que las decora.
De su monotonía mi alma padece ahora.
--¡Alfonsina! -- No llames, ya no respondo a nada.

Si en una de tus casas, Buenos Aires, me muero
viendo en días de otoño tu cielo prisionero,
no me será sorpresa la lápida pesada.

Que entre tus calles rectas, untadas de su rió
apagado, brumoso, desolante y sombrío,
cuando vagué por ellas, y estaba yo enterrada.

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